Las mascotas al igual que los humanos producen legañas como un mecanismo natural para limpiar sus ojos.
En verano los perros se exponen a diferentes condiciones adversas y que ponen en riesgo su salud. Una producción excesiva de legaña puede ser indicativo de que el perro este sufriendo una reacción alérgica, entre otras causas a las que hay que poner atención.
Los propietarios deben de tener una rutina diaria para evitar que se acumulen, con una gasa empapada en suero fisiológico. De esta manera no se deberían de acumular, pero si es así es posible que tu mascota tenga algún problema ocular.
Para detectar cualquier problema hay que fijarse en el color de la legaña. Si es blanca o transparente podría deberse a una reacción alérgica, polvo o cuerpo extraño. Sin embargo, si es amarilla o verdosa, puede deberse a una conjuntivitis, causaría irritación, sensibilidad a la luz, molestias al abrir y cerrar el ojo. En este caso se recomienda acudir a su veterinario para su tratamiento.